sábado, 26 de marzo de 2011

Don Adiós y doña Hola

Don adiós y doña Hola se encontraron una tarde lluviosa de verano. Doña Hola esperaba a alguien. No a cualquiera ni tampoco a alguien en concreto, esperaba al ser que de verdad supiera quererla, y por ello y para ello siempre estuvo dispuesta a amar y a ser amada. Por eso se llamaba doña Hola.
Fue fácil que ambos encontraran mil excusas para reencontrarse en todos los lugares, así que poco a poco la relación fue creciendo hasta llegar a ese estallido en donde los cuerpos y las almas son una sola cosa.
Tras los primeros estremecimientos, la sangre y las manos le dijeron a doña Hola que la búsqueda había terminado, que aquel era su hombre sin ningún tipo de dudas.
Al despertar, él se había marchado. Por eso se llamaba don Adiós.

2 comentarios: