sábado, 16 de abril de 2011

De tapa en tapa

Ella era vegetariana y él, odiaba las anchoas. Así que cuando pidió una tapa de hígado encebollado, ella lo miró con la misma cara que él al escucharle pedir  otra de pimientos y anchoas.

            A partir de ahí, entre un local y otro fueron coincidiendo varias veces e, irremediablemente, no podían evitar que sus ojos se cruzaran por momentos pensando cada uno cómo alguien de apariencia tan interesante, podía comer algo que realmente le provocaba.

            Unos minutos antes de las doce de la noche, la escalivada los unió por fin, y siendo la última tapa que quedaba en el bar, él quiso ser más caballero cediéndosela, y ella demostró ser más señora rechazando la invitación. Pero dado que sus miradas habían coincidido tantas veces, a él, como hombre, no le importó compartir media tapa con ella que, como mujer, asintió encantada.

            Y entre la tapa, la cerveza y el vino, ambos comenzaron a destapar sus virtudes y a tapar sus defectos; y unas copas más tarde, se encontraron taponando sus heridas; y unas horas después, destapando la cama y sus cuerpos; y pasaron de los vinos a los besos y de las tapas… a los montaditos.

11 comentarios:

  1. Y no hubo banderillas? eso sí que es raro... Cuando las relaciones empiezan sin palillo y picante no pueden más que fracasar.

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  2. Lo mejor es que siempre puede cambiar el cuento. Así que si hay que poner banderillas para que dure, habrá que ponerlas. ¡Ya decía yo que así me iba!;-)

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  3. los cuentos no deben cambiarse, es mucho mejor hacerlos nuevos. Los remiendos no funcionan, a la larga hacen aguas por el mismo sitio. Así son los cuentos, con su carácter y sus cositas...

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  4. Solo tanteas las opiniones positivas de tus lectores ¿es una muestra de optimismo o de vanidad?

    En cualquier caso vivir en la ignorancia, muchas veces, nos hace más felices: Bendita ignorancia!

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  5. Los cuentos, como la vida, se someten a cambios. Otra cosa es que el cambio no te asegura que las cosas mejoren. De hecho, después de los montaditos hay much@s que siguen con las banderillas. Y tienes razón, aunque sea la misma historia es otro cuento.
    En cuanto a lo del tanteo de las opiniones positivas, quiero creer que no he dejado atrás ninguna opinión, ni positiva ni negativa, y siempre valoro y contesto a lo que me escriben. Y una cosa más, la ignorancia puede facilitar la felicidad, pero siempre será menos intensa que la del que conoce.Me quedo con la segunda.
    Gracias a los o las dos por demostrarme que hay alguien ahí.

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  6. Creo firmemente que todos tenemos miedos a los cambios, unos mas que otros, pero sin cambio lo que es seguro es que no hay mejora.

    La ignorancia es la peor lacra en la que podemos vivir y lo que sin duda nos produce errores continuos, pero está claro que cada uno vive como quiere y si es feliz en la ignorancia pues enhorabuena!!

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  7. Cuentan que una vez le preguntaron a un tipo:
    -Tú qué crees que es peor, la ignorancia o la indiferencia.
    Y el hombre contestó:
    -Ni lo sé ni me importa.
    Y puede que hasta fuera feliz...

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  8. Joder, cómo está el patio!
    Aquí veo mucho profundo. Yo no soy más feliz por saber que tengo un grano en la frente, no viviré más intensamente por tener la certeza total y absoluta de que me asoma un moco, en esos casos prefiero vivir en la ignorancia antes que la vergënza, así que espero no saberlo jamás! No quiero que me lo digan, bendita ignorancia? Porrrrr supuesto

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  9. Confieso que he bebido, pero ¿cómo hemos llegado a lo de la ignorancias desde un cuento basado en que en Vegueta hay un montón de gente que se cruza cada jueves para tomar pinchos? Confieso que me frusta saber que he escrito algo que inspira esto, pero no sé qué.

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  10. Oh! querido Yiyo, así son las cosas de la escritura. Aunque puedas creer que tienes el control de las historias, éstas adoptan diferentes formas y se emancipan cuando menos lo esperas... tus cuentos son inspiradores, de eso no hay duda, pero unos comentarios inspiran y alimentan a otros y así llegamos a los granos... Espero no haberte ofendido, solo trataba de poner un poco de humor-mucoso, la próxima prometo poner humor-vítreo para apreciar en todo su esplendor tu obra literaria.
    Por cierto, si estás bebido a las 7.16 de la mañana, habrás comido churros viendo el amanecer... qué bueno! Ohalá...

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  11. En ningún caso es ofensa, y viendo que soy querido -cosa que agradezco- además es imposible. Y ningún temor respecto al tipo de humor, todo lo contrario. Practícalo más en esta página.
    Un beso seas quien seas y andes donde andes.

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