martes, 8 de septiembre de 2015

Intentarlo sobre todo

Intentarlo. Al menos, intentarlo. Evitar caer en la duda de lo que pudo haber sido si no lo hubiéramos intentado. Intentarlo a pesar del orgullo y del miedo, por encima de la esperanza del éxito o el temor al fracaso. Al menos, volver a intentarlo una y otra vez hasta el mismo día en que se convierta en obsesión, hasta que nuestro ánimo se vea perturbado. Pero hasta entonces hay que intentarlo. 

No siempre o casi nunca el mundo girará como queríamos en todos sus aspectos, pero sabemos que sabemos en qué sentido gira y hacia dónde se dirige.

Solo si lo intentamos podemos ser arrogantes con nuestras cicatrices. Podemos enseñar nuestros cardenales, nuestros miembros amputados, nuestros huesos rotos, los orificios de entrada y los de salida, nuestras ropas hechas jirones de caer y levantarnos, nuestras uñas sangrantes de plantar semillas que quizá nunca florezcan.

Así nos reconoceremos, porque nuestros harapos no son signo de pobreza sino de esperanza. Y coincidiremos en la vida pero también en la muerte, lejos de las camisas planchadas y las manos limpias de tierra y sucias de pasividad ante el mundo propio y el ajeno.

Ahí, estaremos, intentado de nuevo que algo cambie, intentado que el mar nos devuelva a los ahogados, que la tierra nos regrese a los muertos, que la Justicia nos devuelva la esperanza, que el Cielo y en Infierno hagan las paces para siempre, que el amor no haga rehenes, o que algún día me eches de menos.

4 comentarios:

  1. Buenas Yiyo,

    Me ha emocionado estas dos últimas lecturas, son de las que llegan al alma, de las que producen revoltura, de las que hacen que te pares a pensar en ello, que uno se cuestione acciones, valores, sentimientos, decisiones y no decisiones, que se piense en los miedos que nos paralizan por las posibilidades de fracasar, pero también por el vértigo que da acertar....

    En fin, a mi me ha hecho pensar en mi presente.

    Un abrazo.

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    1. Hola, morena. Como siempre una alegría saber que andas por ahí.

      Es para mí un orgullo que algo que yo pueda escrib ir pueda hacer pensar a personas como tú, y ya no te digo nada sobre lo de cuestionarse las cosas. Aún así, sé que el mérito no es mío de de lo que está en la pantalla, es tu actitud, tu disposición a cuestionarte, a estar preparada para un cambio o muchos lo que hace que te emociones.

      Gracias por ello. Un besote grande

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  2. Sabes que dijo Silvio una vez en una entrevista que le hicieron? Que el hombre es uno, lo mismo cuando ama a una mujer, que cuando defiende una trinchera..Bss

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    1. Hola, señorita.

      Y creo que el hombre es uno en su sustancia, aunque no se comporta igual con la mujer que ama que en la trinchera.

      Un beso grande.

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