jueves, 20 de agosto de 2015

Comenzar a odiarte

Cómo lo hemos hecho no lo sé, pero de alguna forma hemos conseguido que nada sea como debía haber sido.

Preferimos desear lo que no es nuestro a disfrutar lo que sí tenemos, nos causa más placer divagar sobre cómo conseguir la felicidad que ganarla, ponemos al frente de las escuelas a quienes miden los éxitos por un balance económico y no por el personal pero ponemos al frente de los bancos a los que miden el beneficio personal pero no el económico.

Nos armamos para evitar la guerra, buscamos a los más desequilibrados para que nos den equilibrio, y a los que solo ven su ombligo para que busquen el bien común. Tenemos más miedo a perder un trabajo que nos hace infelices a perder una familia que nos quiere, dedicamos más tiempo a buscar la diferencia en lo banal que a encontrarnos en lo importante, perdemos antes los papeles cuando nos enfadamos que cuando nos queremos, nos damos cuenta de lo que amamos cuando lo perdemos pero no luchamos por cuidarlo.

Amarramos a los perros pero no a los dueños que les enseñan a ser agresivos, dejamos que los menores practiquen sexo pero les prohibimos ver películas "porno", nos escandalizamos con los niños soldados pero ingresamos nuestro dinero en bancos que invierten en diamantes de sangre y armas...

Queremos no ser así, pero somos; queremos afrontar el problema, pero miramos para otro lado; queremos ser voz, pero nos callamos...

Así que comenzaré a odiarte y quizá, así, me quieras.

6 comentarios:

  1. Buenas,

    Esto último que has escrito es muy potente, ciertamente, la cosa no pinta bien.
    Hay muchas contradicciones y sin sentido en la manera en que funcionamos, en cómo nos comportamos, en cómo vivimos y asumimos lo que no nos gusta.

    No mirar para otro lado y afrontar, a veces tiene un coste muy alto y un gasto de energía difícil de llevar bien en ocasiones, y por ello, imagino que es menos costoso acomodarse, aceptar que las cosas son así...
    Aunque creo que es una cuestión muy personal, cómo no, hay por otro lado, para quienes " no mirar para otro lado" es lo natural- Lo contrario sería muy mal llevado.

    En fin, dependerá, supongo, del nivel de exigencia y de honestidad de cada quien.

    Lo que sí me ha dejado descolocada es la última frase???

    Pues eso, que gracias de nuevo por estos regalos.

    Un abrazo





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  2. Hola, morena.

    La última frase tiene mucho que ver con una cuestión que he visto muchas veces en las historias de pareja. Cuando uno o una decide poner distancia, es la otra parte la que trata de acercarse, y cuando uno se cansa de tratar de acercarse es la otra parte la que pone tierra de por medio. No es más que una forma más de contradicción entre todas las que se dan. Si no me buscas te busco, pero si me buscas, mantengo la distancia. Para personas que se suponen que se quieren es raro, ¿o no?

    Y esto tiene que ver con algo de lo que dices, no solo se trata de lo que no nos gusta, pasa también con lo que nos gusta o con lo que se supone que nos debe gustar (amor, paz, convivencia... formas de vida, en definitiva).

    Un abrazo fuerte

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  3. El ser humano es así de contradictorio...y es un tópico de parejas que cuanto mas te ignoran mas te empeñas, y en general cuando consigues algo después del subidón del éxito por lo logrado con el tiempo pierdes el interés. Los retos son lo que nos motivan......ten cuidado con lo que deseas no vaya a ser que lo consigas..:) Bss

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    1. Buenas, señorita.
      Pues ciertamente. Lástima que nos planteemos retos complejos, y no simples como el de hacer feliz cada día a la gente que queremos.

      Besos gordos.

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  4. Pues sí, es raro ese comportamiento, pero por lo que conozco, y por lo que he vivido, es bastante común.
    Es raro de extraño para dos personas que dicen amarse, pero no es raro en cuanto a que ocurre con frecuencia, y mucho.
Me cuesta entender porqué nos comportamos así, es como si en las relaciones de pareja nos adentráramos en un "comportamiento bipolar del amor". Te amo y te odio, cuanto más te amo más te odio.

Y la verdad es que no lleva a nada bueno, a nada que sume, sino que resta capacidad de manejar una situación que nos supera, y que me da la impresión que se solucionaría con una comunicación honesta, hablando desde el corazón y no desde la razón. Pero es tan difícil en ocasiones...Si me siento herida pues quiero herirte....en fin...

Y lo malo es que aprendemos a manejar esas situaciones difíciles de ese modo, y se convierte en un círculo vicioso.
    Las relaciones son complicadas, y las de pareja aún mucho más.
    Quizás es que no nos comunicamos de una manera empática, que no aprendemos a ponernos en el lugar del otro para intentar comprender cómo se siente.
    En fin…hay tema aquí, y daría para hablar durante horas y horas…

    Otro abrazo fuerte, de los que duran un ratito, que son los mejores.

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    1. Buenas de nuevo.
      Lo que yo percibo es que en muchas ocasiones (que no en todas) las relaciones terminan derivando a un terreno en el que parece que lo importante no es lo que compartimos con nuestra pareja. Decía San Agustín, creo, "ama y haz lo que quieras", pero con el tiempo, muchas parejas dudan que lo que el otro o la otra hacen es por amor, y se convierte en el enemigo. Nos fijamos en los detalles (si deja las llaves en un sitio u otro, si pone una lavadora o tres, si le dije y no hizo...) pero parece que menospreciamos las cosas positivas (el tiempo que dedica a estar con uno o una, las cosas que se hacen y las que se dejan de hacer por la pareja. Al final hay un componente de: "lo bueno es obligatorio y por lo tanto no se valora y lo no tan bueno, lo ha hecho por fastidiar".

      Muchas veces, cuando oiga a parejas hablar al uno de la otra y viceversa, pienso que si se ven como enemigos la cosa no durará mucho. Y acierto más de lo que quisiera.

      Abrazo recibido y disfrutado. Devuelvo besos gordos de los que puedes guardar para cuando hagan falta ;-)

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